Petrodólares VS. Integridad.
Tras cuatro meses sin publicar nada, rumiaba sobre qué tema opinar. Al final la falta de tiempo hace que saque este artículo con retraso y algo fuera de contexto, pero sopesándolo, creo que da igual cuando lo saque porque tarde o temprano volverá a hablarse del asunto y estará de actualidad de nuevo. Así que voy a ello.
Lo de llevarse una competición de nuestro fútbol a otro país, en concreto a Arabia Saudí, es lo suficientemente espinoso y escandaloso como para obviarlo. Al menos una reflexión en voz alta se merece, aunque afortunadamente muchos medios especializados, periodistas y demás colectivos han declamado y alertado al respecto.
Relevo, Órdago a chica (aquí podcast), Marcos FutFem, Andrea Sanchís... y también, la Asociación de Futbolistas Españoles (A.F.E.); todas/os hablando del tema bajo un mismo prisma, el de la desconfianza y el saber que el dinero es lo único que mueve el trasladar un torneo como la Supercopa hasta un país que adolece de los mínimos estándares de garantías para los derechos humanos y más en concreto los de las mujeres. Esto es consabido y, por otra parte, silenciado por la Federación Española, que ya con el escándalo de la Supercopa masculina ha dejado claro que no pueden chistar ante los todopoderosos petrodólares.
El ente federativo, aún sin haberse desprendido de toda mácula de podredumbre, empieza a arrancar su maquinaria propagandística vendiendo los beneficios de haber llevado ese torneo a tierras saudíes, afirmando que algo de calderilla llega al ámbito femenino. Aquí un vídeo promocional:
Ahora mismo es sólo una posibilidad, más bien una exigencia de los magnates árabes para poder renovar el codiciado contrato millonario, que por otra parte (y muy relevante es) está judicializado, así que lo mismo, ojalá, ni tenga visos de tener más vida.
¿Qué podrían hacer las jugadoras, aquellas realmente comprometidas, profesionales que van más allá del césped y se preocupan por lo social, por contribuir a un fútbol y sociedad mejores, donde reine la igualdad y la honestidad? Ahí podría residir uno de los valuartes de una posible lucha, que se me antoja algo utópico porque ya sabemos el poder de Don Dinero... Pero, ¡oye!, si siempre hemos dicho, al menos yo lo he mantenido, que el fútbol femenino es distinto, que tiene virtudes que deben perpetuarse, que debiera ir por otros derroteros al del negocio puro y duro, pues sería una gran oportunidad para orquestar una estrategia conjunta y demostrar que es posible.
"Fundamental sería que las mujeres fueran dueñas de su propio fútbol, inoculando otro concepto y modelo de fútbol"
Ello requeriría una titánica labor, que hubiera unas cuantas líderes con esa naturaleza, poder de convicción y apoyos más allá del colectivo de jugadoras, que debiera ser unánime o mayoritario. Las asociaciones que las representan, los clubes y directivas, incluso los sponsors (muchas veces esenciales en decantar la balanza), las autoridades gubernamentales con competencia en la materia (ministerios, consejerías, institutos de la mujer, asociaciones de mujeres deportistas, etc), las/os aficionadas/os y demás agentes sociales tendrían que dar un paso al frente, mostrar su frontal oposición. Sólo así se crearía cierta presión.
Pongámonos en un futuro tal que así:
"Bimbo retirará su patrocinio si el Barça Femenino participa en la Supercopa de Arabia".
"Nike pasa de las palabras a los hechos y abandona su apoyo a la Supercopa de Arabia"
Sí, al final es el ser humano, pero bien sabemos que las mujeres tienen otra fibra a la hora de concebir el mundo y sus relaciones, alejadas, por lo general, de cualquier tipo de violencia y prácticas oscuras, o al menos se dan muchos menos casos (también tienen menos oportunidades de ser tentadas...) ¿Quién sabe? Yo confío en el sexo femenino para conseguir cotas más altas de felicidad y equilibrio.
Ojalá este artículo quede relegado a mero guión de lo que nunca aconteció. Mientras tanto, hay que seguir teniendo las orejas bien abiertas para evitar oír la expresión "Mumkin" ممكن , "es posible", y en su caso reaccionar firmemente.
Muy interesante este artículo de Kike Martín en el periódico digital El Confidencial.
Noticia de El País. "Un torneo embarrado por las negociaciones para llevarlo a Arabia Saudí"
La vergüenza de llevar una competición española femenina a un país que desprecia a las mujeres yo la combatiría en plan Caballo de Troya, es decir, jugando y a la vez hablando. Al final, se puede usar el foco que apunta al circo que pretenden montar, para expresar un mensaje de repulsa que se refiera a las propias autoridades españolas que solo piensan en el dinero, en primer lugar, y luego para hablar claro de lo que hacen en Arabia con las mujeres
ResponderEliminarPues es una estrategia interesante y seguramente la más viable. Como profesionales tienen que jugar pero debieran aprovechar su altavoz y ya si coordinaran de alguna manera la acción, más impacto tendría. Gracias por interactuar, un saludo.
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